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Todo empezó en la primavera de 1.984, cuando un grupo de jóvenes del Barrio de La Jota, con edades comprendidas entre los 14 y 21 años, deciden hacer algo por ellos mismos y por su barrio formando un equipo de baloncesto con el que empiezan a jugar partidos amistosos con otros grupos de diversas zonas de Zaragoza.
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Este grupo de jóvenes, se pone en contacto con la A.P.A., del Colegio Público La Jota, Colegio Nacional por aquel entonces, y debido al buen uso y mantenimiento que se estaba realizando del patio, se les dejó usar el campo de baloncesto para entrenamiento y partidos.
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En Julio del mismo año, organizan para las Fiestas del Barrio el primer torneo de baloncesto, invitando a equipos de otras zonas de Zaragoza.
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En Julio del siguiente año, vuelven a organizar otro torneo buscando a equipos de mayor nivel. Como los resultados no son malos, deciden inscribirse en competiciones oficiales de la Federación Aragonesa de Baloncesto (F.A.B.) para lo cual se compran equipajes y chandals con dinero de su propio bolsillo y tratan de obtener el necesario para federarse, consiguiéndolo breves días antes de finalizar el plazo de inscripción gracias a una subvención de la Delegación de juventud, por parte de Emilio Comín, por aquel entonces Concejal de Juventud.
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Dicho grupo de jóvenes, se inscribe con el nombre de BASKET LUPUS, en categoría sénior en el campeonato provincial de Liga organizado por la F.A.B.
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Ya sólo se trataba de hacer frente a los múltiples gastos que se originaban: arbitrajes, desplazamientos, el equipaje de reserva, marca- dor, carteles, cronómetros, mantenimiento de campo, etc.
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Tras muchas penurias se consigue, estableciendo cuotas mensuales, cuotas especiales y con mucho trabajo, llegando los componentes del equipo a descargar camiones de muebles y a repartir octavillas por los buzones de toda la zona.
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De esta forma acabamos la temporada 1.985-86, cuyo resultado deportivo fue bastante pobre, viéndonos relegados a la última posición de la tabla.
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Pese a todo, y aunque quedamos un poco desilusionados, el balance fue positivo. Por una parte habíamos logrado el objetivo de federarnos, y por otra arrastrar a mucha gente del barrio a nuestros partidos. Teníamos la mejor y más numerosa afición de todos los equipos de la categoría.
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Por todo esto, decidimos continuar en competición, el Barrio de la Jota, merecía que un equipo lo representara en el deporte de la canasta. Y lo tendría.
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Como habitualmente se dice, el resto ya es historia...
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